Un poco sobre mi…

Todo (casi) a punto, en unas horas me voy a Mallorca, unos días de cambio de rutina, montar la expo y disfrutar de la inauguración.

La semana pasada tuve un sueño, soñé que era el gran día de la inauguración de la instalación y estaba sola, aún así no me sentía triste pues mi sueño ya estaba cumplido.

Durante todo este tiempo creo que nunca os he hablado de mi, soy muy tímida (aunque intento disimular) y no tengo facilidad para esto de «venderme como artista». Pero desde hace tiempo vengo pensando en esta entrada, explicar un poquito sobre mi, mis sueños, mis expectativas y como entiendo el arte y la vida.

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No quiero enrollarme mucho, porqué esto de darme bombo no va conmigo, pero si me gustaría trazar unas lineas para que entendáis quien soy.

Yo soy Laura, a mis 35 años, la experiencia más importante en mi vida ha sido ser madre. Decidí que mi hija naciera en casa, porqué recibir la vida me parece un acto demasiado amoroso e íntimo como para que sea en una sala aséptica rodeada de desconocidos. Y esa decisión cambió mi perspectiva de la vida para siempre.

Antes de parir yo era una mujer temerosa en muchos aspectos, con demasiadas inseguridades y limitaciones. Creo que no vivía de dentro hacía afuera, sino de fuera hacía dentro. Había estudiado Bellas Artes, pero terminé dedicándome al diseño (podéis ver algunos de mis trabajos aquí). Pintaba sólo para mí, creía que mi obra no podía interesar a mucha gente, y crear era un acto de supervivencia íntima, donde la mayoría de las veces la obra terminaba en la basura.
Pero el día que nació mi hija, en un acto de amor incondicional, íntimo y mamífero, algo despertó en mi. Una fuerza que dormía en mi interior, una fuerza que todas poseemos.

La primera vez que me empoderé fue el 8 de mayo del 2010, a las 10,50 de la mañana. En ese momento pensé, si he podido hacer esto, puedo con cualquier cosa en la vida.

Desde entonces comencé a confiar en mi instinto, en mi intuición.

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Después de una época muy activa profesionalmente, tuve que lidiar con eso que se llama conciliación. El cambio de Barcelona a un pueblecito de Mallorca, la crianza de mi nena, el trabajo estresante, ser autónoma, las dificultades económicas…

Mi tabla de salvación era pintar, y entonces comencé crear un trabajo más personal, muy acorde con mis emociones, sencillas acuarelas en una gama muy limitada de color. La sangre, las células, los microcosmos y los macrocosmos, la vida… mi universo, el universo.

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Y eso me llevo a creer que hay algo común a todos, algo que nos une más allá de lo tangible, y que era a través de esa emoción común donde yo podía (y quería) conectar al espectador con mi obra.

imagen11_expoLa vida sencilla, el medio rural… todo se vuelve un aprendizaje… En Mallorca conozco a gente maravillosa, y aprendo muchísimo.
Y una de las cosas que aprendo es a hacer ganchillo.  Juntarme con otras mujeres, aprender de ellas, charlar, reír… de alguna forma comencé a darme cuenta de lo feliz que me hacían estas pequeñas cosas.
Yo que nunca había valorado estos conocimientos, a pesar de que mi madre es una experta cosiendo, tejiendo, bordando, etc… re-descubro esta sabiduría ancestral. Tejer me conecta con algo muy especial y el estado de concentración y de presencia es el mismo que tengo cuando pinto.

Y ahí surge la idea de Tejiendo la Vida, y con ella las mujeres que me apoyan para llevarla a cabo. Desde Dolors la comisaría de la exposición en Pollença a Antònia Borràs, artista de esa población que se entusiasmó con la idea cuando la compartí con ella, y tan sólo era un esbozo en mi cabeza.

De Mallorca a Alicante, y de la idea a la obra. Volver a Alicante era cerrar un ciclo que empezó hace unos 17 años, volver cerca de mi familia, de mi centro, y empezar a construir este proyecto. Un viaje de evolución personal, de crecimiento.

Estos meses atrás dónde he conectado con más mujeres encantadoras.

Y el soporte las cientos de mujeres que se han ilusionado formando parte de esto, con sus bellas y lindas manos, tejiendo para mi.

Y por supuesto, mi hija, que esta noche antes de acostarse me decía: «Mamá, me encantan tus mandalas» (los de todas). Y mi mamá que lleva tres semanas uniendo las piezas con paciencia, dedicación y cariño, ayudándome a todo y más, resolviendo las dificultades técnicas conmigo. Acompañándome.

Y mi compañero de viaje, con el que cada día aprendo a ser la mejor expresión de mi misma, al verme reflejada en sus ojos y en su corazón. El que aguanta mis neuras, mis alegrías, mis tristezas y el que desde que me conoció ha creído en mí.

Y hoy, como el día que nací como madre, no tengo miedo, y me siento más artista que nunca, pintando mandalas con los colores que habéis tejido para mi. Hoy,  puedo tocar mi sueño con las manos, porqué es una realidad.

Así, que ya sabéis, a perseguir vuestros sueños con alegría, porqué puedo afirmar que se cumplen.

GRACIAS DE NUEVO

Nos vemos el domingo, primera parada de éste intenso viaje…

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Comienza la cuenta atrás…

Cuando el verano pasado inauguré este blog, con la idea de difundir el proyecto y animar a la gente a participar en él, no me imaginé que pudiera llegar a tener tanta acogida.

Todos estos meses han sido una aventura llena de sorpresas y alegrías constantes

Todos estos meses han sido una aventura llena de sorpresas y alegrías constantes, que me han nutrido desde lo más profundo. Cada mandala, cada carta, cada paquete y comentario ha sido un regalo. No creo que nunca pueda llegar a agradeceros todo el tiempo y dedicación que fluye en cada milímetro de hilo tejido.

Ahora, cuando organizo las piezas, según van pasando por mis manos, voy recordando cada momento, el día que me llegaron, vuestras cartas, vuestra energía… y aún, sin saber que será de ellas, que forma tendrán finalmente unidas, que dimensiones, ya para mi, son un universo.

un muestrario de caricias al pasar la aguja sobre el hilo, un corazón abierto a cada puntada

Un universo de estrellas de brillantes colores, un muestrario de caricias al pasar la aguja sobre el hilo, un corazón abierto a cada puntada. Y eso, amigas, es lo que se respira estos días por mi casa. Un ir y venir de flores que juegan entre mis manos a encontrar su lugar.

Ya os podéis imaginar que esto es como un embarazo, la gestación lenta de la idea, el verla tomar forma, día a día. Los mandalas como células de un organismo en el que cada parte cumple su función. El equilibrio de la causalidad que hace que todo sea perfecto. Dejar fluir los sentidos y dejar que el universo haga su trabajo, confiar en la vida.

La preparación al parto, tomar parte activa del proceso, trabajar tu mente para aprender a confiar, disciplinarte para llegar a la fecha con los brazos abiertos, esperando lo mejor.

parir con placer un organismo vivo

Y parir, parir con placer un organismo vivo, que lleva nuestra huella, que se nos parece con sus defectos y virtudes, que nos refleja. Parir con ayuda de otras mujeres, que acompañan y respetan el proceso.

La idea de Tejiendo la Vida comenzó a finales del 2011, pero no fué hasta junio del pasado año cuando comencé realmente a darle difusión. El mes que viene habrán pasado 9 meses (lo que yo os diga, un embarazo) han participado más de 100 tejedoras, he recibido 8000 visitas en el blog y ya hay casi 2000 seguidores en la página de facebook.

Así que la criatura, salga como salga será fruto del amor, de eso estoy segura!!!

1000 mandalas

Queridas amigas, nos hemos plantado en Noviembre  casi sin darnos cuenta y con la llegada del frío nuestro proyecto comienza a coger fuerza. Muchas son las cartas que me han llegado estos días, llenitas de buenas vibraciones y por supuesto con maravillosas piezas hechas con mimo y cariño. Por que eso se nota nada más abrir el sobre.

Teníais que veme la cara cada vez que llega la cartera con un sobre !!

Me hubiera gustado escribir este post hace unos días, pero me he visto un poco desbordada. Entre fotografías, agrupar, catalogar, anotar, etc… no quiero perder detalle de todo el proceso.

Junto con la instalación quiero también documentar como se ha llegado a elaborarla. Vuestras palabras, emociones… todo cuenta, porqué todo está implicito en la obra.

Me imagino vuestras manos tejiendo, cada una buscando un tiempo y un espacio para dedicarle, haciendo un paréntesis en vuestras vidas, sólo por ser parte de una idea. Tan sólo pensarlo me emociona…

Además tengo que agradecar a diversos grupos de mujeres que están reuniendose a tejer, juntas para unificar esfuerzos.

Por ejemplo Las Valentinas Bombing, un grupo de creativas mujeres que hacen cosas estupendas, me ha impresionado sobretodo la instalación que hicieron este verano en el patio del Matadero de Madrid   Que pena no poder estar en Madrid para unirme a ellas. espero sus piezas con impaciencia y alegría.

También diversos colectivos de Urban Knitting en Zaragoza, Logroño, Castellón y Salamanca si estáis por esas ciudades no dudéis en acercaros a conocerlas!!

Por supuesto nuestra amiga del alma y compañera de camino La Mujer Araña que nos está organizando dos talleres para las que vivís en tierras galegas. Y además es la responsable que la semana pasada aparecieramos publicadas en El Blog Alternativo

Yo misma estoy organizando algún taller en la provincia de Alicante, para fianles de mes en la zona de Benidorm y para mediados de Enero en Las Cigarreras

Y así poquito a poco, tejiendo con paciencia y amor esta semana llegábamos a los 1000 seguidores en facebook!!! Un canal que está abriendo las posiblidades a que este proyecto crezca, y se expanda, como un organismo vivo, cada mandala como una celula que va dando forma a esta gran pieza final.

Voy subiendo las piezas que me van llegando aquí para que no perdáis detalle de los maravillosos universos que se forman en vuestras manos. Todos tan peculiares, bellos, únicos y especiales como vosotras, hermanas.

1000 gracias

 

 

Realizar un sueño

Comienzo la semana llena de ilusión, el proyecto comienza a darse a conocer y cada día hay más manos que se suman y más muestras de apoyo en mi buzón de entrada. No doy crédito a como poco a poco este pequeño sueño se agranda a través de la cooperación.

Tejiendo la Vida es una idea que surgió del trabajo colaborativo con otras mujeres en Pollença, una población de Mallorca, allí me di cuenta que cuando un grupo de mujeres se junta, todo es posible, porque somos creadoras y creativas. Por eso este sueño es la reivindicación de que la mujer necesitas espacios y lugares de encuentro.

He pasado un par de años de dificultad profesional, me sentía perdida y necesitaba encontrar una motivación a mi día a día. Tejiendo la vida se ha convertido en esa motivación, en esa alegría que hace que cada día sea un reto. Un proyecto en el que estoy trabajando desde hace más de un año.

Cuando me escribís y me contáis como os resuena todo esto, me doy cuenta que mi intuición era cierta, y me emociono sientiendoos tan cerca, aunque no os conozca en persona.

No se como agradecaros vuestro apoyo, vuestra ilusión, vuestras ganas de participar (aún las que no sabéis hacer ganchillo)

Gracias a Bego, por compartir su trabajo conmigo, sus preciosas obras las podéis ver en el taller de llana. Gracias Mari, por ayudarme colaborando con tus piezas y reuniendo a ganchilleras en disfrutando del crochet.

Gracias Carmen por compartir mi ilusión en asprodema y regalarme esas maravillosas palabras que aún resuenan en mi.

Gracias Verónica, amiga y compañera, que estando tan lejos te siento tan carca, eres una mujer araña tejedora de sueños.

Gracias Inma, Rut, Mari Carmen, por vuestras manos creativas y delicadas que están construyendo un sueño.

Gracias a mi mamá que fue la primera tejedora. Gracias a mi tia Antonia y a mi prima Maria que se han currado unas piezas espectáculares. A Amparo por querer aprender sólo para participar.

Gracias Rosa, Raquel, Maite, Beatriz, Ana, Yadi, Bawar, Evelyn, Laura, Elisa, Victoria, Verónica, Norita, Marie, Gladys, Marisa, Elenita, Eugénia… y tantas y tantas mujeres (y hombres que también los hay) que siguís este proyecto.

Y sobretodo gracias a mi compañero de vida, con el que cada día tejo sueños y esperanzas, el que me apoya y me anima para que esta locura se materialice, el que siempre me dice: nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo