Me he retrasado mucho para escribir una nueva entrada del blog, pero es que con todas la piezas que me están llegando, los talleres, eventos, etc… casi que me faltan manos para gestionarlo todo.
Menos mal que cuento con la ayuda de fabulosas mujeres que están colaborando desinteresadamente para el proyecto.
Verónica ha organizado dos talleres en A Coruña. El primero que se realizó ayer, y otro para el Coffee Market que se realizará el domingo.
Por otra parte, hoy mismo se celebra en Mallorca, Pollença otro taller de iniciación al ganchillo, tejiendo mandalas.
El próximo Sábado 7 de Diciembre estaremos en Valencia (Jardines del Parterre, 11:00h) para tejer la vida en compañía de las Urban Knitting Valencia Tengo que dar un agradecim¡ento especial a Eva y Rosa por hacerlo posible. Es un evento abierto a todo el que quiera participar. Yo aportaré lana, y sería conveniente que cada uno llevara su aguja. Tejeremos en círculo, todas juntas, y las piezas que se realicen formarán parte del proyecto. No hay que tener grandes nociones de ganchillo, si no más bien ganas de participar.
Y hablando de círculos, el pasado fin de semana pude disfrutar de un retiro con las Tejedoras.
Ha sido un fin de semana intenso y lleno de rojo, ya que hemos trabajado con ese color. Nos hemos vestido de rojo, hemos pintado un cuadro rojo y hemos vivido el rojo, como simbolo y como relación con lo masculino.
Resulta que el color que siempre he identificado con la fuerza femenina, la mujer, etc… es en esencia un color masculino.
Comparto algunos simbolismos del color rojo que he podido encontrar:
«El rojo es el color que se percibe ante la fotorrecepción de una luz cuya longitud de onda dominante mide entre 618 y 780 nm. Se asemeja a la coloración de la sangre arterial humana.
La palabra rojo deriva del latín rŭsseŭs, ‘rojo subido’,3 relacionado con ruber, ‘rojo’, del protoindoeuropeo *reudh–, ‘rojo’. El término «rojo» comenzó a usarse regularmente en idioma castellano durante el siglo XV; en la Edad Media ya existía, pero era de uso poco común. De acuerdo con el filólogo Joan Corominas, «rojo» significaba antiguamente un color rojizo, mientras que las denominaciones tradicionales del color de la sangre eran «bermejo», «colorado» y «encarnado». El rojo es el único color para cuyo nombre se ha hallado una raíz protoindoeuropea común.
En la naturaleza, el color rojo cumple un papel importante en la coloración de advertencia, también llamada aposemática, de los animales. Ciertas especies utilizan este color —generalmente en combinación con negro u otros colores contrastantes— para advertir a los depredadores de su toxicidad y/o mal sabor. El rojo usado en estos casos es intenso, apropiado para distinguirse en el entorno natural, donde son más frecuentes los verdes, azules y marrones.
Comparándolo en los diferentes países, en la mayoría de culturas anglosajonas como los Estados Unidos, Reino Unido, Nueva Zelanda, Australia, la mayoría de Europa, el color rojo es un símbolo con fuerza. Se asocia con el amor apasionado y el deseo; así como con la fuerza, la energía y la violencia. El rojo aparece en la señales de stop, en las de peligro, en pancartas de protestas y con significados revolucionarios. Es el elemento que representa el fuego, el calor, la emoción y el riesgo.
En las culturas del este, el rojo se asocia con la buena suerte y la celebración. Es el color de la sangre, así que significa vida y vitalidad. En China es el color de las novias el día de su boda. En India simboliza pureza y a menudo tambien se utiliza en las ceremonias de bodas. Un hebreo interpreta el rojo como el color del pecado y el sacrificio. Para los sudafricanos, es el color del luto, mientras que para los australianos es considerado el color de la tierra. En Rusia se asocia con la belleza, tanto es así que la palabra rojo y la palabra belleza son la misma.»
Según Goethe, el rojo, su color preferido: «el sublime tono que embriaga con una satisfacción inexpresable, ya que se eleva por encima del amarillo y el azul, más allá de lo positivo y negativo encontrándose en el punto máximo del esplendor cromático».
Para Jung, el rojo es el color de la sangre, de la pasión y del sentimiento. Color de los sentidos vivos, de sangre y fuego.
Por último, me gustaría compartir con vosotras esta antigua leyenda japonesa que cuenta que entre dos o más personas que están destinadas a tener un lazo afectivo existe un «hilo rojo», que viene con ellas desde su nacimiento. El hilo existe independientemente del momento de sus vidas en el que las personas vayan a conocerse y no puede romperse en ningún caso, aunque a veces pueda estar más o menos tenso, pero es, siempre, una muestra del vínculo que existe entre ellas.
Y la leyenda es esta:
«Hace mucho tiempo, un emperador se enteró de que en una de las provincias de su reino vivía una bruja muy poderosa, quien tenía la capacidad de poder ver el hilo rojo del destino y la mandó traer ante su presencia. Cuando la bruja llegó, el emperador le ordenó que buscara el otro extremo del hilo que llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que sería su esposa. La bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir y seguir el hilo. Esta búsqueda los llevó hasta un mercado, en donde una pobre campesina con una bebé en los brazos ofrecía sus productos. Al llegar hasta donde estaba esta campesina, se detuvo frente a ella y la invitó a ponerse de pie. Hizo que el joven emperador se acercara y le dijo : «Aquí termina tu hilo», pero al escuchar esto el emperador enfureció, creyendo que era una burla de la bruja, empujó a la campesina que aún llevaba a su pequeña bebé en brazos y la hizo caer, haciendo que la bebé se hiciera una gran herida en la frente, ordenó a sus guardias que detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza. Muchos años después, llegó el momento en que este emperador debía casarse y su corte le recomendó que lo mejor era que desposara a la hija de un general muy poderoso. Aceptó y llegó el día de la boda. Y en el momento de ver por primera vez la cara de su esposa, la cual entró al templo con un hermoso vestido y un velo que la cubría totalmente… Al levantárselo, vio que ese hermoso rostro tenía una cicatriz muy peculiar en la frente.»
Así que por algún motivo creo que, todas esas bellas manos que desinteresadamente han tejido o están Tejiendo la Vida, pertencen a personas que por algún motivo tenia que conocer. A todas vosotras gracias de corazón, por tejer y por creer y crear conjuntamente este proyecto.